

Eso de que en el Quechua no existe el adiós lo escuchábamos desde pequeños, y tal vez por nuestra corta edad no le dimos la importancia debida. Ya luego cuando los años pasan, empezamos a comprender el significado que esto tiene en nuestras vidas.
La naturaleza del Quechua está orientada hacia la otra persona, es decir haca el prójimo por esa razón conceptos como «adiós» y «hola», no se pueden expresar. Entonces, si no existe el adiós ni el hola, ¿Cómo se saluda o despide a una persona?, para comprender las despedidas o los encuentros, tendríamos que poner nuestra mente en algo así como en modo comunidad. La comunidad no es uno solo, somos todos y todos estamos al servicio de la comunidad, por lo tanto para despedirnos expresamos nuestro deseo de un nuevo encuentro y cuando sucede evocamos la mas reciente despedida haciendo de este modo un círculo permanente de despedidas que manifiestan el deseo de volverse a encontrar pronto.
En lugar de decir adiós decimos «Tupanachiskama» que significaría «hasta que nos volvamos a encontrar», y es usual saludar diciendo «Allinllachu» que se traduciría como «¿Estás bien?»
Más allá de las bases de idioma, un mundo en el que verdaderamente no existiesen las despedidas sería FANTÁSTICO, la perspectiva de las comunidades andinas nos muestran con claridad el camino a seguir, pensar en los demás , con un enfoque orientado al servicio de nuestros semejantes, afirmando que no existe el adiós, porque lo transformamos en muchas bienvenidas.
Cuéntanos qué otras expresiones similares recuerdas y la próxima vez que nos volvamos a encontrar intercambiaremos opiniones y nuevas experiencias. ¡TUPANACHISKAMA!
Makipe: Personas apasionadas por las Personas.
Te esperamos con el cariño de siempre.