

Hay un problema en logística relacionado a la última milla o el último tramo. Está relacionado a que en una cadena de distribución ese es precisamente el eslabón más difícil de completar y es también el que tiene mucho más valor, porque es el paso final, ese que llega hasta las manos del cliente. Las carreras usualmente se definen en los tramos finales sin importar quien empezó ganando, por esa razón es que nos debemos esforzar al máximo para entregar siempre más de lo usual. La diferencia entre lo ORDINARIO y lo EXTRAORDINARIO es precisamente ese «EXTRA» que de da un impulso superlativo a la acción cotidiana, disparándola hacia donde precisamente pocos pueden llegar.
Es que tradicionalmente a muchos les gobierna la ley del mínimo esfuerzo, y no es que esa ley no sea interesante, porque de hecho la naturaleza está basada en ella, pero si de verdad queremos diferenciarnos del resto, debemos hacer un esfuerzo ADICIONAL que nos saque de esa línea de control mínima y nos permita destacar entre lo usual y acostumbrado. Entrega siempre más empieza a representar entonces hacer cotidiano el esfuerzo adicional y romper con las tradiciones que nos tienen estancados.
Tanto si estamos al frente o al otro lado del mostrador, nuestra mentalidad debe estar enfocada de manera natural en el servicio y procurar entregar valor adicional en cada una de nuestras acciones, el cambio empieza en nosotros, desde adentro hacia afuera procurando entregar siempre más de lo que puedan estar esperando de nosotros.
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